ASTRID AGUILAR / Reportera La Gente Propone Valencia
En Valencia, Carabobo, la salud de nuestras comunidades se ve amenazada por una realidad que no podemos ignorar. Nos sumergimos en la invasión de aguas negras que ha alcanzado proporciones críticas en áreas como El Calvario, La Guacamaya, Santa Inés, el Mercado de los Guajiros, el centro de Valencia, y ha llegado incluso a las denuncias alarmantes de residentes de La Isabelica. Más allá de la afrenta visual, los malos olores (que son insoportables) y la propagación de enfermedades han creado una amenaza latente para la salud pública. En La Isabelica, los vecinos ya no soportan el olor de las aguas negras, y los niños, lamentablemente, han comenzado a enfermar, elevando la urgencia de abordar esta problemática.
Lin Hurtado, habitante de la Urb. Parque Residencial Flor Amarillo:
“Estamos sumidos en aguas negras y toda la urbanización con la viabilidad inservible. Durante meses hemos esperado la ayuda necesaria y no llega. Los niños no pueden salir a jugar y las casas siempre tienen mal olor”.
Luis Hernández, habitante de la zona Mercado Los Guajiros.
“Ya perdí la cuenta desde hace cuánto esta calle se encuentra en este estado, hemos solicitado ayuda, pero nadie viene a dar una respuesta”.
Luisana Contreras, habitante de La Guacamaya.
“La calle principal siempre tiene aguas negras, el olor es desagradable. Ya no deberíamos acostumbrarnos a esto. ¿Cómo se supone que debemos vivir así? No es solo una molestia, es un riesgo para nuestra salud. La Guacamaya merece vivir en un entorno limpio y seguro. Exigimos respuestas y acciones concretas, ya no podemos esperar más.”
Las calles secundarias, inhabilitadas para circular
Las calles secundarias, a pesar de su importancia para la movilidad urbana, se encuentran en un estado de deterioro que raya en lo alarmante.
A pesar de los continuos llamados de los residentes, las respuestas de las autoridades han sido insatisfactorias, dejando a la comunidad en un estado de vulnerabilidad y las vías en condiciones impracticables.
Este problema no solo afecta la movilidad, sino que también compromete la seguridad y calidad de vida de los habitantes.
Esta crisis de infraestructura y salud pública en Valencia tiene su origen en la falta de mantenimiento y atención a las calles secundarias y en la incapacidad para gestionar adecuadamente el sistema de alcantarillado.
Esta problemática no es nueva; lleva años afectando a las comunidades, generando un deterioro progresivo que ahora amenaza la vida cotidiana de los habitantes.
Los niños han normalizado vivir en esas condiciones
Desde hace más tiempo del que muchos pueden recordar, estas comunidades han vivido con calles intransitables y aguas estancadas.
La falta de respuesta a las llamadas de auxilio ha llevado a una normalización forzada de estas condiciones, sobre todo en los niños, quienes ven la contaminación como una parte inherente de su entorno.
Esta situación se presta para plantear interrogantes sobre el futuro de la salud y el desarrollo infantil en Valencia, ya que la exposición prolongada a estas condiciones insalubres podría dejar una marca indeleble en la psique de las generaciones venideras.
Las consecuencias se manifiestan en la limitación de la movilidad, el deterioro de la calidad del aire, la propagación de enfermedades, y lo más lamentable, el impacto directo en la infancia, que crece en un entorno donde la insalubridad y el peligro son la norma.
Sin respuestas
A pesar de los esfuerzos, La Gente Propone Valencia no obtuvo respuesta de los especialistas contactados para evaluar la situación. La falta de perspectivas expertas destaca la urgencia de involucrar a profesionales que puedan aportar soluciones técnicas y científicas a los desafíos planteados. La sociedad necesita respuestas fundamentadas en el conocimiento para abordar la magnitud de la problemática.
La falta de consideración hacia las calles no principales no solo se traduce en la presencia de aguas negras, sino también en una serie de problemas críticos que afectan a estas áreas. La infraestructura obsoleta y la falta de servicios básicos son desafíos que deben abordarse de manera integral para restablecer la normalidad en estas comunidades olvidadas.
La comunidad busca no solo evidenciar los problemas, sino también un llamado de atención urgente a las autoridades competentes. La sociedad civil espera respuestas y acciones concretas que restauren la dignidad y el bienestar de los habitantes de las calles secundarias de Valencia.
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