GONZALO ALBANO GUTIÉRREZ / Reportero de La Gente Propone El Baúl
El ingeniero agrónomo Ricardo Bello y miembros del gremio campesino del municipio Girardot del estado Cojedes, estiman que de las aproximadamente 305.900 hectáreas de tierras aptas para la producción agrícola que existen en esta localidad cojedeña, solo 61.000 están siendo utilizadas y aprovechadas, asimismo precisaron que actualmente, cerca del 70 % de la agricultura en el municipio Girardot está paralizada.
Entre los inconvenientes más importantes que afrontan los agricultores destacan la falta de maquinarias para trabajar el campo, el pésimo estado de la vialidad, el gran déficit de transporte para arrimar la cosecha, el alto costo de los insumos para el cultivo, la incapacidad de conseguir financiamientos públicos o privados, y el muy limitado acceso al combustible.
Todas las zonas productivas se han visto afectadas por esta preocupante recesión, pero las que más han sentido el rigor de la crisis, según el testimonio de los propios lugareños, son: Zanja de Lira Garabato, Urape, Palmita, Los Médanos, Guásimo Mayita, Chiverri, La Batea, La Esperanza, sector 12 de marzo, Santa Rita, Las Tejitas, El Manire y El Reinoso I y II.
Rosa Gutiérrez, coordinadora de Acción Campesina en el estado Cojedes, expresó que la agricultura juega un papel fundamental en el municipio Girardot, puesto que a través de ella se puede reducir la pobreza y los índices de desnutrición, igualmente permite impulsar el crecimiento económico – laboral, la seguridad alimentaria y el desarrollo de sistemas agroalimentarios inclusivos, sólidos y autosustentables que aumenten la productividad en las zonas rurales; por todas estas razones, Gutiérrez considera que es grave este alto porcentaje de paralización de la siembra.
El mal estado de la vialidad afecta a los productores
La extensa vialidad del municipio Girardot, lamentablemente se encuentra en muy malas condiciones. La mayoría de los trayectos vehiculares terciarios, secundarios y de penetración que conducen a las fincas, conucos, huertos y sembradíos, están deteriorados, y eso complica muchísimo el traslado y la comercialización de todo lo que se recolecta y en resumidas cuentas, la agricultura en el municipio Girardot.
Los sectores Reinoso I y II son importantes territorios donde se produce: maíz, yuca, leguminosas, topocho, auyama, lechosa, ají, tomate, cambur y quinchoncho, pero el camino que conecta esas comunidades con la parroquia El Baúl, presenta un avanzado estado de deterioro, de hecho, varios trechos están a punto de desaparecer, dado que no se les ha realizado los necesarios trabajos de mantenimiento y nivelación; lo mismo ocurre en la amplia zona sur de este distrito llanero.
“Quisiera que nos tomaran en cuenta, todo lo que producimos lo consumen los habitantes de El Baúl y si tuviéramos apoyo y una buena vialidad, no habría necesidad de traer suministros de otros estados y municipios. Nosotros tenemos la capacidad de autosustentarnos y generar alimentos de calidad, pero necesitamos ayuda, las plantaciones y las tierras se están perdiendo”, aseguró Iván Aular, agricultor de El Reinoso II.
Las lluvias complican aún más la agricultura en el municipio Girardot
La época de lluvia es el periodo del año más difícil para los campesinos, debido a que cuando las precipitaciones se alargan por varias horas, provocan el desborde de los caños, ríos, riachuelos, quebradas, embalses y canales pilotos, además todas las calles se anegan y en varias zonas agrícolas se pierde la cosecha, ya que quedan totalmente bajo el agua.
Durante el año 2023 el Observatorio de Políticas Públicas Municipales La Gente Propone El Baúl, ha realizado múltiples visitas a comunidades, donde las familias productoras del campo han comunicado la urgente necesidad de que el gobierno nacional, regional y municipal, esparza granzón y realice un “patroleo” (nivelación) de las más importantes carreteras, y que, al mismo tiempo, asfalte todos los tramos que sean posibles.
La Alcaldía hará un esfuerzo para recuperar las vías agrícolas
“Vamos a aprovechar la época de verano para realizar patroleos en la carretera Baúl-Sucre, Sucre-Palmita, Palmita-Santa Rita, Santa Rita-Chiverri y Chiverri-La Esperanza, porque son los segmentos más extensos que tenemos; posteriormente abordaremos el eje Baúl-Jabillal, Plantación-Urape, Urape-Las Tejitas, Garabato, Las Guacamayas y Reinoso I y II”, afirmó Gustavo Guillén, alcalde, sobre la reactivación de la agricultura en el municipio Girardot.
El primer mandatario municipal manifestó que las rutas agrícolas son su responsabilidad y que junto a su equipo hará un gran esfuerzo para cumplir, sin embargo, aclaró que no le puede hacer falsas promesas al pueblo y que por ahora no le es posible garantizar carreteras engranzonadas por limitaciones financieras y el alto costo del transporte, pero que sí se compromete a “patrolear”, “cunetear” y conformar las vías de acceso automovilístico.
El combustible también es un gran problema
La escasez de diésel y gasolina ha tenido un impacto demoledor para la agricultura en el municipio Girardot y en Cojedes, dado que el sistema agroalimentario llanero depende mucho del combustible, y sin él, no se pueden mover los tractores, las máquinas de arado, los motocultores, las desmalezadoras y los camiones para movilizar el producto hasta las principales ciudades compradoras y consumidoras.
Los granjeros llaneros consultados por el equipo del Observatorio La Gente Propone, explicaron que, los encargados de organizar los operativos para despachar combustible, no los toman en cuenta, no les dan prioridad y les venden pocos litros.
Del mismo modo, informaron que la Estación de Servicio San Miguel, ubicada en la parroquia El Baúl, es la única gasolinera disponible en ese espacioso territorio llanero donde habitan más de 11.000 personas.
En cuanto a la posibilidad de recurrir al “mercado negro” de diésel y gasolina, para garantizar la operatividad, dijeron que no es una opción rentable y sostenible. “El sobreprecio es tan alto que altera mucho la estructura de costos y el precio final de nuestros productos”.
“No me rindo fácilmente, hace años, cuando yo era más joven y no había combustible, me fajaba y limpiaba a punta de machete y a puro pulmón, cinco hectáreas de maíz, caraota, yuca, quinchoncho y batata, pero ya tengo una edad que me impide hacer esos grandes esfuerzos, a duras penas logro sembrar media hectárea de maíz para producir semillas, y eso no es justo, necesitamos gasolina, maquinarias, insumos y apoyo gubernamental”, aseveró Cirleny Zabaleta, productora del campo de la parroquia El Baúl.
Escasez y alto costo de los insumos ralentiza y disminuye la agricultura en el municipio Girardot
La volatilidad del dólar, la imparable inflación y la imposibilidad de obtener créditos públicos o privados e insumos agrícolas subsidiados por medio de instituciones o empresas gubernamentales, impide que los cultivadores, mantengan o aumenten su capacidad o ritmo de labranza.
No poder comprar fertilizantes, semillas, plaguicidas, herbicidas, sistemas de riego, bombas de agua, asperjadoras y todos los equipos y materia prima necesaria para trabajar las tierras, ha causado un significativo descenso del 70 % de la actividad agraria en el municipio Girardot del estado Cojedes.
“No queremos que nos regalen los insumos, solo necesitamos financiamientos para abastecernos y sembrar óptimamente todas nuestras tierras, sin combustible, materia prima, herramientas y equipos, no podemos generar alimentos a precios solidarios para beneficiar a los cojedeños”, afirmó Eduardo Gutiérrez, agricultor bauleño.
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Abundan las dificultades y la agricultura en el municipio girardot ya no es rentable
César De La Cruz, veedor ciudadano del Observatorio La Gente Propone El Baúl, señaló que, actualmente, los agricultores hacen un titánico esfuerzo para producir arroz, ajonjolí, caraotas, quinchonchos, maíz, yuca, plátano, lechosa, cambur, auyama y otros alimentos, pero que son tantas las adversidades que afrontan diariamente, que se torna prácticamente imposible que ellos logren rentabilizar su trabajo.
“Las vías agrícolas a lo largo y ancho del municipio Girardot están deterioradas, los campesinos no tienen a su alcance créditos o préstamos, porque no hay empresas privadas, bancos o instituciones públicas que se los den, el precio de la materia prima y los insumos es muy alto, y de paso, la escasez de combustible es abrumadora, así es muy difícil vivir de la agricultura; de hecho, muchas personas abandonaron la siembra e incursionaron en la ganadería”, espetó De La Cruz.
Para finalizar, el luchador social dio a conocer que, la situación de la movilidad interna y tránsito de carga pesada es tan grave, que los horticultores de Garabato, Palmita, Los Médanos y toda la zona sur de la parroquia Sucre, prefieren viajar hasta el estado Portuguesa para vender su mercancía, porque el recorrido es más seguro y rentable.
Opciones para que las familias y pequeños productores enfrenten la crisis
“Es fundamental crear un sólido sistema de Huertos Familiares y Granjas Integrales para que los pobladores puedan sembrar y consumir alimentos a bajo costo, frescos, saludables y que generen ingresos con el excedente de las producciones planificadas”, declaró el ingeniero agrónomo Ricardo Bello.
La agricultura familiar es una alternativa valiosa que necesita más apoyo
El 8 de marzo de 2022 el Concejo Municipal de Girardot aprobó la primera ordenanza de iniciativa ciudadana para promover la agricultura familiar, impulsada por los veedores del Observatorio La Gente Propone, productores y el equipo de Acción Campesina, asociada del Grupo Social Cesap.
“Esta ordenanza tiene un valor inmenso, pero necesita apoyo para ayudar a combatir esta crisis. Utilizando metódicamente las estrategias plasmadas en esta ley, podemos desarrollar la agronomía orgánica – sustentable y a su vez mejorar, diversificar e incrementar las cosechas”, aseguró Rosa Gutiérrez, coordinadora del Observatorio La Gente Propone El Baúl.
Para los agricultores del municipio Girardot, es urgente e impostergable la implementación de un modelo mixto donde la empresa privada y el gobierno nacional ofrezcan financiamientos, herramientas, transporte, materia prima, mejoras viales, capacitaciones técnicas, mecanismos de comercialización y acceso pleno al combustible.
Finalmente, consideran que el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras tiene el deber constitucional y el arduo desafío de impulsar políticas públicas que permitan desarrollar un sistema agroalimentario seguro, sostenible e innovador.