El día de la Virgen del Valle, patrona del oriente de Venezuela y guía de los pescadores del mar, se celebra cada 08 de septiembre, fecha en la que los devotos y fieles creyentes la veneran con gran fervor.
Este año se cumplieron 100 años de fundación de la parroquia Nuestra Señora del Valle, de la ciudad de Cumaná, y los feligreses lo celebraron con una eucaristía solemne. La misa fue presidida por Monseñor Jesús González de Zárate, quien afirmó que la Virgen del Valle es un signo de identidad Cristina.
Además, se realizó un evento con serenatas para homenajear a la reina del oriente venezolano.
Como de costumbre, para los cumaneses se recorrió su imagen por algunas comunidades y sectores de la ciudad, como Av. Perimetral, Av. El Islote y la zona de Puertos de Sucre, la caminata estuvo cargada de profunda devoción mariana con pasos de agradecimiento por los favores concedidos y nuevas peticiones.
Además la Banda Show Integración Juvenil fue la encargada de ambientar los pasos de los feligreses.
Le piden paz a la Virgen del Valle
Este año, una de las peticiones que más coincidieron fue la intercesión de la Virgen del Valle con el fin de que prevalezca la paz en el territorio venezolano.
Las autoridades eclesiásticas, políticas y sociales, así como los fieles, expresaron reiteradamente este anhelo por Venezuela.
Como es costumbre, la imagen fue paseada las costas cumanesas, durante este evento, más de 250 embarcaciones se sumaron a participar en este recorrido que inició en el terminal de ferrys y se transcurrió por el perímetro marítimo de la ciudad.
Monseñor Jesús González de Zárate, autoridad eclesiástica que estaba presente en esta tradición, expresó: “Hemos pedido a lo largo de este recorrido que todas las peticiones del señor acompañen la vida de los habitantes de esta región y que lleve a Venezuela al progreso y a la paz”.
Por su parte, el gobernador del estado Sucre, Almirante Gilberto Pinto destacó el hecho, de que para la fecha, se celebraron 114 años de la coronación canónica de la Virgen del Valle, convirtiéndose en la imagen que tiene la mayor cantidad de tiempo sobre la tierra, con ella, su fé.